Ha llegado la estación de las flores,
una rosa flamea en mi ventana,
golondrina que ha vuelto del pasado,
en las nubes errantes de la tarde.
Ahora canta feliz en los jardines,
a las plantas irriga con las coplas,
impregnando de lirios sus esencias,
de candente lenguaje tan lozano.
La alegría reemplaza solo al viento,
y su trino despierta del silencio,
ahora hay sol donde estaban los destellos.
El amor ha vencido a las sombras,
y la paz que desciende de los cielos,
acompañan de nuevo la esperanza.
Lupercio de Providencia