Me alejaré de tí por tu bien y por el mío,
te extrañaré al principio, no lo niego;
pero te iré sacando poco a poco,
del mismo modo que pudiste entrar, ahora te alejo.
Sin querer, o tal vez casi queriendo,
me dejé convencer por tus palabras
creyendo en tu dolor, tu soledad,
y en esa traición, que me dijiste que te ahogaba.
Ahí estaba yo, para llevarte ese consuelo
que me pedías a gritos desde tu corazón en duelo.
Me quedaré con un dolor por mínimo momento,
pero volveré a ser de ya, la misma de antes,
cuando no me ocupabas pensamiento
ni me robabas una pizca de mi aliento.
Danny08
12/09/2009