¡Ay,qué pena de querer!
que por querer vas queriendo
lanzarte al vacío sin red, y a la vez estás perdiendo
la noción de lo prohibido
y en su red estás cayendo.
¿Ay, qué pena de querer!
le vas dando vuelta al mundo,
por placer pierdes el rumbo
¿por cuánto?,¿cuántos segundos?
quizá miles han de ser,
ya te ves enloquecer
entre sus labios ardientes
al saber lo que se siente
si alguien enciende su sed,
pero serás pasajera
entre sus brazos vacíos,
te vas a morir de frío
cuando le llegue el hastío
y busque un nuevo querer.