La flecha de cupido

Cuando se encontraron nuestros ojos,
con una sonrisa nació el amor,
respondemos a la emoción sin pudor,
dando rienda suelta a los antojos.
Sentimos la diversidad del amor.
Desde ese día, clamo por ti a diario,
el corazón ya no late solitario,
golpea en mí con emoción y calor.
Con tu respuesta tan amena y cordial,
siento que el hechizo no fue vano.
La flecha de cupido nos dio de lleno,
encontró el blanco justo y primordial.
Desde aquel día mi amor dormido,
se despertó de su letargo fingido.