Soñando acudi a ti...
inigualable sueño
que en el te he pertenecido,
¡cuanto amor de ti he recibido!
Senti tus manos,
sobre mi desnudo cuerpo,
tus labios recorren mis mejillas,
besas mis ojos,
mi espalda,
mis hombros.
Siento que el corazón se me para,
que la cabeza me da vueltas,
que la luz se apaga,
dando a nuestros deseos, rienda suelta,
de tus labios bebo el nectar,
a dejarte ir no estoy dispuesta.
He de despertar,
de este sueño tengo que salir,
los latidos de mi corazón, he de reducir...
que delicioso sueño,
en el que no me encuentro,
que malicioso despertar, estoy en la realidad,
ni soñarte puedo ¡que dolor!
¡y es que me esta prohibido tu amor!