Dame el silencio que tanto vaga en mi vida,
que atormenta la espera, que nace en mí, maldita,
soñando con sonrisas, y besos de melancolías,
acobardada por no pensarte, amándote en mis días.
Dame el triste olvido, si tú realmente me olvidas
que disfrazo mis recuerdos con largas melodías,
pasando cada hora, con tus manos encendidas,
quemando dulces labios, abrasando mis heridas.
Dame la dulzura, y verte,no morir con tu cordura
que al abrazarte,no quiera despegar de tu cintura
sin sentir que aún te siento, siendo una bravura
el amarte incierto, que enloquece mi gran locura
Dame el susurro, que solo yo escuche en mis dudas
sin vientos que se lo lleven, sin huella alguna
cabalgando sobre mares,llevándonos a la espesura
de una eternidad serena, de un amor con hermosura