Con la proximidad sentir el ardor,
de nuestros cuerpos desnudos,
en el lecho de amor jugando a,
nuestros juegos sensuales y
eróticos, nuestros cuerpos unidos,
amor mío, son como una pira candente,
ardiente, que nos produce la mayor,
excitación y el más delicioso ardor,
de la pasión y el deseo.
En esos momentos tan fogosos nuestras,
mentes pierden los sentidos y
nuestros deseos son los que se aferran,
a nuestros deseos de hacernos el amor,
haciéndonos perder la razón hasta el punto,
que tu coges mi mano y muy despacio,
la guías hasta dejármela sobre tu pubis,
para que mis dedos lo acaricien y
sigan caminando por la bajada de tu vereda,
que conduce a mis dedos hasta tus tesoros.
Ahora mis dedos descansando siente como,
se van mojando y se humedecen según,
se adentran por el camino que los conducen,
hasta la entrada de tu caverna oscura y
mojada como si emanara los más dulces jugos,
que a mis dedos les hace sentirse como si,
se pegasen o aderiesen entre ellos al entrar,
rápidamente los vuelvo a sacar de su interior,
con rapidez, siento como tu cuerpo se estremece.
Al sentir tu sigo metiendo y sacando mis dedos,
mientras de tu boca salen los más bellos gemidos,
de placer tú coges mi mano y comienzas a moverla,
con rapidez para que mis dedos entren y
salgan una y otra vez con rapidez mientras tú,
sigues gimiendo y yo siento que mis dedos se mojan,
cada vez mas mientras tu estremecimiento,
te lleva hasta el más maravilloso orgasmo.
Nunca habÃa leeido algo que me calara tan hondo el alma,escribes muy bello,además me identifico mucho con tu poema SIGE ASI!!!!!!!!!!!!!!!!!!