Soy la esperanza de los condenados
la fe eterna que nunca muere.
Soy el espíritu de los desamparados,
el que calla cuando más le duele.
Soy el llanto del niño que nace
el dolor que siente la muerte.
Soy el amor que en el alma yace,
el perfume de una rosa, el tenerte y quererte.
Soy la daga que atraviesa mis manos
el huracán que sangra mis ojos.
Soy el ave que siempre está de paso,
la oscuridad, el miedo, el despojo.
Soy el brillo de luna que guía a tu alma
el corazón de neón que ama, que hiere.
Soy la despedida, la mar, la calma,
la soledad, el vacío, la vida que muere.
J.M.P.Poeta
20-01-2008