Ojos negros y tristes
Profundos, de dolor llenos
Aun así os mostráis serenos
Es infinito el dolor
Que por vuestras pupilas
Han pasado
Ojos tristes, nunca afortunados
Os vi por primera vez
Luchando por el ser amado
En la casa de la justicia
Declarando frente al jurado
Alegando ante el juez
Que tú esposo, no te había golpeado
Que era tu culpa, el haberlo irritado
Gestabas seis meses
Cuando el feto ensangrentado
No soportó el maltrato
Del padre desnaturalizado
Te marchitaste bella flor
Producto del dolor
Que te han ocasionado
Luego que salió de prisión
El hombre te ha abandonado
Tus hijos, el resto, te han recriminado
La sociedad en su conjunto
Te ha despreciado
Y solo te queda llorar
Sola, después del trabajo
En el cuarto desolado
Madre, tú que llena de dolor
No conoces el amor
Solo el odio y el rencor
Tú, también eres madre, pobrecita
Hoy, llega hasta ti, mi salutación
Te ofrezco mi corazón
Madre, pobre, Madrecita