QUINCE AÑOS...ELLA

Estaba la tarde encendida junto al ocaso en el mar, la brisa se sonreía cuando en aturdido vaivén besaba la tibia fantasía de la piel morena y fresca; a lo lejos se alzaban jirones de escarcha que acariciaban la aurora en madrugada y el débil susurro de las olas bañaba su nombre en silencio. Ondulaban sus pies coronados de tiempo, menudos granos de arena blanca se extendían en cálido movimiento con el suave pulso de la piel hecha de orquídeas y desvelos; el agua arrullaba los contornos cabalgando sobre su vientre, las aves se arrastraban en el devenir de los afanes casi dormidos y el atardecer aquietaba mil angustias que iban filtrando sus ojos, aquéllos color noche. Estaba el día poblado de ensueños, de anhelos vestidos en la historia, de horas, de caprichos, de besos, de espasmos interminables, de ti en las fechas conmigo… Desapasionadamente.