El frio gris arrastrándose lenta y cruelmente va apagando la luz del paisaje.
Poco a poco las flores se cambian a sepia, lentamente van bajando sus pétalos y doblando su tallo rumbo al suelo.
El cansado Tonatiuh se arrastra derrotado en el horizonte,
rojo, naranja, amarillo, blanco a gris y negro.
Desgarrando su vientre entre los distantes picos, que buitres socavan sus entrañas, salpicando las patéticas nubes de escarlata y purpura.
Un cansado pájaro sin canto apenas alcanza la rama que cruje bajo su diminuto peso.
Aciago dia donde el frio sale de adentro.
Se prepara la noche atroz a deslavar a oscuro y pintar de hielo,
a cobijar antártica los corazones solos.
Me enredo ovillo sobre mi mismo.
La esperanza de calor se desdibuja desaparece sombra en la distancia, aferrándose a una vaga imagen de ti.
El nuevo dia mora en una esperanza que se quiebra,
en un recuerdo distante y grave, entre el deseo y la bruma, entre la fantasÃa y el sueño.
El inclemente viento abofetea mis heridas carnes, mi corazón se disminuye y acurruca en mi helado pecho,
tratando de huir de si mismo.
Mi pensamiento vaga entre las escenas de la ultima batalla,
el vértigo matiza las precipitadas imágenes,
pensamientos, sentimientos, lagrimas y gritos todo es caos y confusión,
y en la anarquÃa de la contienda yo mismo me apuñalo.
Hoy necesitaba llama y tibieza y no las encontré.
En su lugar escarcha y desesperanza. Perdida, extravÃo, quebranto y privación,
La vida del guerrero, la muerte del guerrero.