Desdichada paloma de alas exánimes,
de horizontes vedados, languidecidos.
Se agotaron tus sueños, no son ecuánimes.
Ya no van de la mano de tus sentidos.
Es tu vuelo una farsa desde la médula
en consorcio constante con la tristeza.
Olvidaste tus rezos, te hiciste incrédula
y hoy apenas si reptas en la vileza.
Desconfiabas de todo. Fue tu fortuna,
tu capricho y agrado tan quebradizo
que después de ser firme, fuerte y atlética,
hoy estallas en llanto bajo la luna
encerrada en el fango de tu granizo,
demudada y huraña con faz patética.
Heriberto Bravo Bravo SS.CC