Debo confesarte:
Que tu ausencia me arde
Más...
Humildemente la recibo.
Y es que el apego a esta amistad
Es casi un lujo inmerecido
Y es quizá,
Porque se confunde realidad
Con un amor que no se tuvo
O si se tuvo, se hizo el ciego...
Debo confesarte:
Que existe un mundo paralelo...
En el que, aun en la distancia,
En la ausencia,
La traición,
Y en los errores, por absurdos, disparejos,
Puedes amar y ser amado...
Pero en él sobra el orgullo, te lo advierto...
Obviamente,
También la razón,
Ha sido expulsada de éste mundo.
No pretendo que comprendan,
Ni que aplaudan...
Ni siquiera que me lean,
Porque sé de sobra,
Que siempre habrá alguien que me entienda
Y que haga suyas,
Éstas, mis precarias letras...
En algo,
Poco,
Casi nada...
(Eso, en realidad, no importa),
Lo que importa es que su verdad es mi morada...
Porque seguramente
Será de mente más abierta
Y con un alma sentenciada...