Sabes tú como yo el martirio que sería si no pudiéramos rozarnos la piel no engazar nuestras manos juntas, entrelazadas, igual a la cuna que un día fundamos, es y será nuestro sueño, estar unidos para siempre atados como almas gemelas cantado la misma melodía, lo mismo es si suena al amanecer, o cuando el crepúsculo llega con la luna llena, yo absorbería de ti la sangre si me dejas. Pero me basta con tus besos, el jugo de tu saliva, o el aliento para sentirme dentro de tú cuerpo, son muchas mañanas, tardes, y noches, pasadas en la misma cabecera, sueños compartidos de una vida entera, algunos se cumplieron otros no, pero mañanita de mis sueños !qué nos importa! si estamos juntos disfrutando de nuestro amor. Soy tú vampiresa, y tú el vampiro de mi amor, la que todas las noches vela el sueño que juntos un día tuvimos los dos, en el “crepúsculo”, ante la luna, cien veces o más, siempre te amaría yo.