Mas alla de la distancia
donde el sol no espera
y la luna llena la
penumbra del silencio,
mis pechos se abrieron
lentamente al percibir el aroma
de su cuerpo.
Escondidos sus paisajes en cascadas
de su negra cabellera,
acariciante velando sus secretos,
oia el jadeo de su aliento,
al verme recostada suspirando
entre flores soñadoras,
sintiendo la ausencia del tesoro
y sus ojos somnolientos
reflejan mil pasiones,
¡un suspiro! y siento
los pasos anhelantes de lujuria
por mi humedo aposento,
con los ojos penetrando la
espesura en los bosques
vaporosos del olvido,"ven" me dijo
y nos amamos al vaiven de las olas
en una playa y un rumor de besos,
nuestras sombras se fundieron
en un lecho tibio,
hasta cumbres desoladas
de un sueño concebido.
luna46