Buscaré en la arena de la playa ,en la sal de sus aguas
el refugio de mi pena,y seré como una nube
que sin pasar deja estela en la tierra y en el mar.
Silenciosa hasta los huesos,abrazada a la fosa
donde pueda pronto mis ojos por fin cerrar.
Y en el tibio limonero,donde anidan mariposas
dormiré en un reflejo, parecido a algún nido
que tus brazos ayer hicieron y lo dejaste vacío
a esa suerte y contraste que no tiene asidero.
Solo es un tibio viento, que canta una canción de cuna
que no tiene ya más dudas,que todo ha terminado
que no quedan más tormentas y tan solo huracanes
que sortear sola tan sola,como capitán de barco
que se hunde con su nave,sin decir un hasta luego
mientras en el agua flota solamente su equipaje.