Ahora se que eres tu, quien en sueños me habla.
Muñeca, con dulce cara de porcelana.
Tan frágil y pequeña, pero con la fuerza de una montaña.
Aquel día no fue un sueño, ni fruto de la imagen soñada.
Fuiste tu quien, desde mi interior fuerzas me daba.
Para seguir el camino, por que tú, me necesitabas.
Buscaste la forma de decirme que ahí, tú estabas.
Y sigues protegiéndome, aún sin saber, el poder que
Dentro de ti guardas.
Solo tú y yo lo sabemos, mi dulce niña del alma.
Y juntas seguiremos descubriendo, nuestro camino.
Hasta el paraíso, que nos aguarda.
Recorriendo caminos, descubriendo nuevos senderos,
Para alcanzar la felicidad soñada.
Juntas de la mano, uniendo nuestras fuerzas
Para que ninguna de nosotras, tropiece y caiga.
Se cumplirán nuestros sueños. Por que unidas
No tendremos que temer nada.
Esa fuerza invisible, con alas doradas.
Nos elevara, hacia lo más alto.
Flotando en el aire, paseando por nubes blancas,
Pequeño corazón, con la fuerza de una montaña.
* TU, ME DAS LAS ALAS QUE NECESITO, PARA VOLAR *