Era una mujer genéticamente fuerte
exuberante, potente, impresionante,
con su constitución superaba fácilmente
todo tipo de contagios e infecciones
de virus hongos y bacterias,
el calor y el frío no la hacían ninguna mella
y la humedad era pecata minuta para ella.
Era una mujer genéticamente fuerte
exuberante, potente, impresionante,
pero cuando su enamorado se enfadaba,
le retiraba su tierna mirada,
no le ofrecía una sonrisa
la mujer fuerte sufría, se ahogaba
le faltaba el aire, se deprimía.
Lo que no podían los microorganismos patógenos
ni las sensaciones térmicas adyacentes,
lo lograba la falta de una caricia
y la mujer anímicamente se rompía.