Yo os saludo a ustedes solitarios, tendidos en su muerte en el cesped, nombrados apenas, solos. Nada es realmente parecido desde que se fueron, ahora que vuelven a sentarse en estas sillas vacias: Quienes son ustedes, Quienes? y yo quién soy a esta hora? Quién me ocupa? Qué venas descendiendo de mi boca?, Porqué me nombran si estoy muerto, si no respondo? Quizas sientan miedo, He vivido cambiando de piel y de traje, Quién soy?, Tal vez os asuste con mi nueva vestimenta, A qué regresan, me reconocen? Se van, me marcho, seguiré muriendo todos los días no seré sino una sombra que os asuste al cerrar una puerta.