Te suplico te levantes y visible
despiertes de este sueño de dolor,
para brindarte por siempre lo imposible
aquellos que necesitas en forma de amor.
Te suplico me perdones si es necesario
que tus ojos, se abran, para mí
que la vida te prorrogue el calendario
de todo lo que te queda por vivir.
Te suplico, levántate en este momento,
para tomar mis manos y senderos recorrer
que nos peguen fuerte aquellos vientos,
y esas asignaturas que aprendimos a posponer.
Te suplico que Los fantasmas alejes
y pienses en la belleza que derrama una flor,
te suplico, Ana, por hoy no me dejes
otra vez en el exilio, profundo de un dolor.