Con la claridad de tu vida te hiciste presente,
como una sombra veo tu figura esbelta pasar
me acerco presuroso a tu camino de repente,
ante tu belleza mi asombro, no pude embozar.
Dije; dónde vas tan rápido ángel esplendoroso,
mensaje de amor deseo que oigas un momento,
por qué no detienes tu caminar tan presuroso
para expresarte lo que en corazón ahora siento.
Por qué no corresponde al amor si eres humana,
acaso debo suplicarte rezándote mil plegarías
o debo ser paciente para llegar a ti mujer lozana,
mi corazón por recibirte ya se abre con algarabías.
Francamente digo lo que en mí pudiste despertar,
fielmente creo merecer un hálito de tu vida terrena,
las alegrías perdidas en segundo puedo recuperar
en un abrazo éste Paris revivirá, su imaginada Elena.
Autor: Alcibíades Noceda Medina