En mi país es común escuchar,
a algunas gentes, decir lo siguiente:
"vienen aquí a quitarnos el trabajo"
"vienen aquí a robar"
"nos están invadiendo. . ."
Y como eso
miles de argumentos paletos
contra la inmigración.
Cuando escucho algo del estilo
me estalla un tímpano,
la lengua quiere ahorcarme,
el estómago se me vuelve ácido,
los dedos empiezan a caer en orden
como fichas de dominó,
y mi alma se exilia a otro lugar
a otro sistema solar
a otra galaxia
a otro universo. . .
Cuando escucho algo del estilo
pienso
que en caso de emergencia
para lo único que me valdría
la bandera de mi país
sería para limpiarme el culo,
o para cubrirme si hace frío
o para sentarme sin mancharme los pantalones.
Nadie abandona nada por placer,
nadie se juega su vida en una travesía insegura
por darse el gustazo,
el hambre y la desolación
y la aspiración a una vida algo más justa
son empujes suficientes,
por qué negar a cualquiera
la posibilidad de adquirir
al menos
los mínimos derechos que tú tienes,
no vienen a por tu trabajo
vienen a por su justicia,
no vienen a robarte
vienen a por algo que les pertenece
tanto como a ti,
no vienen a invadirte
es tan sencillo
como que vienen a cubrir necesidades,
tan sencillo como sacar adelante una familia,
o al menos intentarlo,
no nos diferencia nada.
No soy muy patriota,
veo la belleza en mi tierra
pero no en sus fronteras
y demás temas
feos,
por mi parte dad por seguro
que si veo disparar el cañón
yo tampoco dejaré de correr
hasta poner mi trasero a salvo. . .