Te observo allí sentado, tan solo, pensativo
con tu hermosa mirada hacia un punto perdido.
Ni siquiera escuchas de tu derredor sonido.
Suavemente en tu boca colocas un cigarrillo,
lo enciendes lentamente, con esa suavidad que es parte tuya,
tan delicadamente como sabes seducirme.
Aspiras suavemente el humo y lo dejas salir de la misma manera,
como si acariciaras el aire con tu boca...
Te fumas cada deseo que te llega,
disfrutas cada pensamiento que provocas.
Como te fumas mi cuerpo en esta espera,
como te sigues fumando los besos de mi boca...
Todo Tú eres así, sensualidad deliciosa
que provoca mi cuerpo a seducirte.
Yo siempre en el silencio observo tus momentos
y siempre me reprocho cuando te veo ir.
Quiero acercarme a tí y pedirte una cosa,
pero siempre me vence este temor...
No quiero molestarte mas me haría dichosa,
que si algún día quisieras...Ven y hasme el Amor...