Con los ojos del alma

De pronto apareciste cual espejismo a lo lejos,
me sentía tan cansada que quise cerrar mis ojos;
te acercabas a mí cada vez más,
aunque tu mirada era profunda
y tus pasos eran inciertos.
Percibí en la brisa tu cálida fragancia,
pude verte por dentro con los ojos del alma,
se te iban de las manos como ríos
tus ilusiones y esperanzas.
Volví a cerrar los ojos nuevamente
con el afán de retenerte en mis sueños.
Te quedaste ahí muy quedo
tendido entre mis brazos.
Pude regalarte mis sentidos en loco desvarío
entre besos locos las caricias aumentaban
bebí de tus pasiones y tú de mis encantos.
¡Ay, que noche!! Jamás será olvidada.
Quédate aquí mi amor no me levantes
me quedaré contigo en sueños
como tu mujer y tu amante.
Veremos juntos de la mano un nuevo día de sol brillante. 28/01/2001 Natalia