¿Quién enseñó a los cielos a tronar y
a las nubes a llorar como las lágrimas de,
una mujer, cuando llega al éxtasis en, medio de los más deliciosos gemidos,
sordos y estruendosos que haces vibrar,
mis sentidos y mis deseos, es algo como,
cuando truenan los cielos que hacen, vibrar la toda la tierra y a vestirse de luto como las antiguas mujeres,
plañideras que las pagaban por fingir, los lamentos en los entierros?.
Quiero saber en qué academia las olas, aprendieron a enfurecer en los mares y
los océanos, que con sus imperturbables,
vaivenes los barcos derivan inagotables y
el mar los hace escorar hasta sus playas?.
Es como tú a mi corazón le dijiste te amo y
desde entonces precipitadamente seguimos,
buscándote amor hasta el día que mí,
corazón te llegará a encontrar y te amará,
quién enseñó a mis labios a desearte y besarte,
enfebrecido por todo el amor de mi corazón,
que esta ya rebosando de amor y pasión. ¿En dónde aprendí a sollozar y llorar,
mis ojos cuando tú no estás, en tu ausencia?
porque aprendí a llorar cuando temía dolor por,
que pudiera perderte y no poder tener tu amor, vida mía no quiero que me faltes jamás,
porque tú eres toda mi vida, lo que más deseo.
Del cadencioso ritmo de tus pasos al caminar,
fue sin lugar a dudas la escuela de las suaves olas,
que hacen mover tus caderas al contornearse, inconteniblemente cuando caminas por las calles,
al ritmo sincopado de una bella canción de amor,
que haces volverse a los hombres,
para ver tu cuerpo contonearse cuando andas,
no cambies jamás amor, te empeñas en ser como, los demás, cuando tu estas hecha para destacar.