Soy el aprendiz de la poesía,
Que surge de mi corazón,
Y por lo que me acompaña,
Un papel, una pluma, y la inspiración.
Soy un amante goloso,
De las mieles más escondidas,
Esclavo adicto a aprender
Y con síndrome de locura.
Que lo echo todo a perder,
Soy tantas cosas diferentes,
Que cambio como cambia el viento.
Ahora rápido, ahora más lento.
Te doy mil gracias por tu crítica,
Aunque las tomo de donde vengan,
Según veo el comentario. Muchas gentes juzgarán
Corrector, corrector de que, si no tienes nombre,
Ni país, masculino o femenino,
O travestido, repacto tu sexualidad.
Por lo meno me trata de usted.
Yo me preocupo si el comentario.
Que has hecho viniera de un poeta de este rincón,
Pero. Te has tomado el tiempo de inscribirte.
Para ser criticas, te lo agradezco.
Yo no doy la cara pero mi nombre verdadero.
Si hoy no te indigestan las letras que te hagan provecho.
Yo no me lo creo soy poeta,
Malo pero lo soy, y tu quien eres.
Dándote las garcías anticipadamente,
Por la próxima critica.
Pienso que no me abandones.
Tengo un sueño pendiente.
Comentario. De esta poesías
Para ser poeta ahí que tener más
Algo que usted no tiene, y que lo que tienen los poetas auténticos poetas
La voluntad. Sentimientos delicadeza, don de palabras, amor, romanticismos,
Redacción, métrica, usted carece de todo esto, pero si tienes, vulgarísimos,
Grosería antipatía, tontera y lo peor. Que usted se cree poeta,
Le sigo a menudo a menudo, y aun no he hallado nada de usted.
Que valga la pena.
No hay en usted madera de poeta,
Corrector
Se que esto no es un lugar de discusión
Pero si puedo escribir.
Una vez mas amiga las gracias.
Se que tengo una nueva admiradora.
Ramiro Álvarez Cedeño.