Delira mi imaginación
tratando de conseguir el hilo
que me conecta con lo divino.
Cuando tengo una esperanza,
persivo como se desliza lejana
la musa que anhelante quiero.
Mas nó es imposible, lo sé,
porque dentro de mí le siento.
Busco en los sonidos, los colores y el viento...
y la inspiración acude a mi silencio.
En el silencio la busco,
cuando irrumpen los colores con sus ruidos,
en imágenes volátiles, jugando con palabras
que me dictan al pensamiento.
Se me hincha el alma cuando en Tí pienso.
No hay mayor inspiración en este mundo
y en todo el universo...
manantial de donde surgen las maravillas
que disfrutan todos los seres,
desde el mayor al más pequeño,
el sensible y el bueno...
y hasta el villano despiadado
las disfruta sin agradecerlo.
Deliran sí, mis pensamientos
y en lucha ardua nó descansan
hasta captar las palabras
que al unirlas forman una alabanza en verso.
Te alabo mi Dios, yó,
un grano de arena en la playa de tu mar.
Te alabo y nó se cansará mi alma de pedirte
un destello de luz en mi delirio de quererte.