Agonizo por tu belleza,
por tu inmensa grandeza,
por tu humilde y sincera respuesta,
por tu brillante presencia.
Agonizo por tus besos,
que sedienta estoy de ellos,
que no puedo contenerlo,
dame aunque sea uno pequeñito,
de muestra para demostrarme,
que aún me deseas.
Agonizo por tu cuerpo,
que quiero que dejes tus marcas,
en mi cuerpo tatuadas,
que soy tuya la sed que por ti siento,
dame de beber de tu sexo,
que como una niña espero,
que llegues a mi, con tu aliento,
y me envuelvas en tu deseo.
Deseo que agonizo,
que me muero por tus sentidos,
que quiero sentir ahora los más acabados,
deseos de tu cuerpo,
y beber en mi paladar el dulce de tu boca,
el rechinar de tu lengua con la mía,
el cansancio de tu pasión por la mía,
y el seguimiento de tu besos por los míos.
Recorre todo mi cuerpo,
que al dulce de tu néctar,
compartimos este amor que es tuyo y mío,
este amor que muero, que agonizo,
este delicado amor que por ti muero,
que por tus versos ya deliro,
que ya te quiero entre mis deseos.