Lluvia, que al escuchar tu sonido,
despiertas en mi, el romanticismo.
Vuela mi imaginación, deseo llegar
a la condensación, ser nube,
transformarme en lluvia y caer
suavemente sobre él, acariciar su
soledad y calmar todas sus ansias.
Lluvia, que me envuelves con tu aroma
a fresco, que pasas dando vida a los
campos y calmas la sed de todo ser
viviente, ven., déjame escucharte
y permíteme soñar con ese repiquetear
de tus gotas, que cáen sin cesar.
Lluvia, suave o torrencial, quiero que
acunes con tu arrullo mi sueño y asi
poder viajar por su cielo, cubriendo
de bendiciones su suelo, con los mejores
deseos, que florezcan los jardines que
sus ojos miran y en el aroma de cada flor,
llegue , el perfume de mi piel, que se
llena de fragancia, sólo, cuando
pienso en él.
Lina
3 de Junio del 2008