Te decías buena persona, pendiente
siempre de tus semejantes, según
tu propia boca, preocupada por
ayudarles.
Siempre te ofrecías en cualquier
situación, dispuesta según tú
a hacer más ligero el dolor.
Casi, casi pretendías ser la
Madre de Calcuta, que te perdone
tan venerada religiosa, porque
tal atrevimiento la insulta.
Te gusta tanto enterarte de las
vidas ajenas, llegas y te instalas
con tal habilidad y haciendo gala
y derroche de una falsa amistad.
Pero eso si debo dar crédito a tus
dotes de actriz, porque casi siempre
de todos obtienes lo que quieres
conseguir.
Y con malicia buscaste en tu familia
al ser más débil, para despojarla de
todo lo que tiene, y ya no hablemos
de la cuestión financiera, que por
demás esta decir que es bastante ..
reprochable, sino de las ilusiones
y confianza que con tus mentiras y
traiciones le arrascaste.
Es mucha tu maldad, como mucha es
tu pobreza de espíritu y valores,
pero sabes una cosa que nuestra fé
y entereza ante tí nos hace mejores.
Que Dios te Bendiga, querida prima.
Mercedes del Pilar Reyna Camacho
mrc-15-07-10