Entre juegos y risas, suspiro e imploro entre palabras quedas lo mucho que te quiero, espero que el viento las lleve consigo y de tus oídos escuchen melodías cálidas y tiernas, perfumadas de calor, pasión y deseo.
Cerrando mis ojos encuentro el júbilo de estar a tu lado, más la libertad de saciarme de placer que produce al mirarte mientras duermes.
Dueño de tus sueños, conservo imágenes florecidas en mi mente, que alimentan mi pecho cuando estas ausente.
El néctar de tus labios inunda mi juicio, alteran mis sentidos, accediendo a tus peticiones más traviesas, con esto confieso que estoy ante ti rendido.