- Como el día que se pierde rapidamente en el crepúsculo invernal,
el amor entre dos personas ha nacido,
rescatando a un hombre de entre las fauces de la soledad,
que errando por los caminos había perdido la voluntad.
La vida no llegaba a esos rincones espinosos.
Porque vivir sin poder amar, no es vivir.
- Ahora estamos juntos, y es mi deber protegerte,
haciendo mi cuerpo del estoicismo,
y mi mente inamovible a mis ideales.
Así, el día que mis brazos y piernas flaquéen,
con solo pensar en la dulce delicadeza de tu cara
se revogorizarán para hacerle frente a cualquier mal,
para destruir la carne pútrida con mi puño al desnudo,
y desviar las miradas maliciosas de la envidia.
Y aunque sentado al borde de un abismo me encuentre esperando la muerte,
el brillo de la luna y el calor del sol
se verán opacados por la luminosidad y el júbilo
que has traído a mi corazón.