Esperé paciente que aparecieras en la esquina
con su cara de muñeca jovial y primorosa,
ondulante su cara movía cuando camina,
atraía las miradas con su porte de diosa.
Soplaba suave la brisa fría y matutina,
moviendo el pelo negro largo ensortijado,
apresuró el paso para hallar a su amado,
la esbeltez del cuerpo cubría ropa fina.
El avión en que llegó apagaba sus turbinas,
no volvería otra vez ha verte allá en ultramar.
Eres fuente de sueños, pasión que me fascinas,
mis juegos y locuras, inspiración para cantar,
se me hace agua la boca cuando cocinas
y el cuerpo extrémese al llegarte a amar.
JONACA51
Julio 4/09
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