Janet, eres una semilla
que en su pequeñez radica su conocer
porque no es necesario ser para tener valía
un coloso en el mismo nacer,
tú solo con la mirada creas tal magia
que al mirarme muero por poderte querer.
Janet mi amor, eres mi semilla,
la que al enterrarte en mí me das vida,
la que al descomponerse en millones de células
enseñas el punto de partida,
la que guías todos mis pasos
hasta encontrarte para parir cada uno de mis días.
Janet, si eres mi semilla
y para germinar necesitas buena tierra,
yo mi amor me ofrezco para acogerte en mis adentros
y así hacer que el amor nazca con alma imperecedera,
porque de verdad que te amo con tanta locura
que si no entras en mi, más vale que me muera.