Una noche en milano

Una noche en Milano,

fue como si fueron mil años.

Un sueño realizado,

un día inesperado.

La blancura de las montañas,

el aire que susurraba,

la impaciencia de un hombre,

que a su amada esperaba.

El trayecto era muy largo,

el taxi no avanzaba, y detrás, en aquel coche,

dos almas desesperadas.

Finalmente llego la noche,

en el salón se encontraban,

un hombre y una mujer,

que de frente se miraban.

Una rosa, señal de amor

y unas manos que con temor,

por las curva de unas siluetas,

bajaban lentas y con temblor,

acariciando la piel canela,

de una mujer prohibida, pero amada.

En el salón muchas gentes,

murmuraban sin cesar,

y en el cielo estaba la luna,

que de celos querías estallar.

Las estrellas alumbraban,

las campanitas sonaban,

y un hombre en los brazos,

a su amada se llevaba.

En el fondo del pasillo, había una escalera,

y al final de la escalera, había un cuarto vacío, y

en la puerta había un letrero, que decía bienvenidos.

Como estaban muertos de sueños,

decidieron entrar, y en el cuarto había,

un hermoso pedestal.

El coloco a su amada y se fue deprisa a buscar,

dos copas y una champaña, para con su amada brindar.

 ©MariLeonor Bonilla T.

Todos Los Derechos Reservados ISBN: 987-561-124-7