Amor y desesperación
Anhelaba  estar a tu lado, tomarte de la mano y ese maravilloso dÃa contigo poderlo disfrutar
Pensaba  con poder acariciarte, abrazarte, besarte y con un bello ramo de flores  poderte mi amor demostrar
Transportado en mis pensamientos al pensar en ti, mi corazón rebosaba de felicidad Me imaginaba en ese dÃa estar contigo; hasta que apareciera la luna y las estrellas en la tenue oscuridad
 Fui a mi casa a bañarme, perfumarme y sentÃa una inmensa alegrÃa incomparable ese esplendoroso dÃa
  Preparándome para nuestra cita de amor, Me puse a  escuchar las noticias para saber qué es lo que sucedÃa.
 Cuando iba conduciendo, observe a mucha gente que iba bien blindada con  papel de toilet en la carretera
Era como un “viral internet challenge†porque todos llevaban papel de baño, como municiones para enfrentar una guerra
 Las noticias hablaban de unos escases de alcohol, desinfectantes y productos de limpieza y una cuarentena
 En las tiendas no iban a estar disponibles el jabón ni los desinfectantes tenÃamos que esperar hasta la noche buena
Inmediatamente pensé que si no llegaba a tu casa; ninguna excusa ante ti iba a funcionar Se me hizo eterno ese momento, me sentÃa  asustado y mi corazón desenfrenadamente empezó a palpitar
  Se respiraba en el ambiente en vez de olor de mi perfume,  olor a desinfectante, vinagre, cloro y detergente
Saturado e impregnado en las casas, las tiendas, en la policÃa y las cantidades de gente En todo lugar se miraban unas filas bien largas de gente,
restregándose las manos continuamente Las burbujas de jabón en forma de concierto musical parecÃan aplaudir y decorar el ambiente
 ¡Todo era nuevo! Hasta la  nueva enfermedad “corona-virus†como ¡Iphone eleven pro max era del dos mil veinte!
 Pero los adictos a comprar y presumir cosas nuevas y carÃsimas del año    retrocedÃan aterrorizada mente
.   Haciendo hasta lo imposible en ese momento me asome por la ventana cuando ya empezaba a oscurecer
Mire a muchos vehÃculos de policÃa vigilando y la gente en sus casas como coyotes enjaulados  nadie se atrevÃa a desobedecer
Salàa estacionar mi vehÃculo en un mejor lugar para que no se lo robaran;  enfrente de mi acera
Y la policÃa al verme me dio  con una macana a diestra y siniestra para que  de la casa no saliera
 No pude salir esa noche, tuve insomnio, por pensar que nuestra relación podÃa terminar  Temeroso y desesperado decidà ir a verte aunque la nueva epidemia me fuera a fulminar
.  Al llegar al dÃa siguiente a verte; la policÃa me advirtió que no te abrazara que respetara la distancia social
 Al verme no te pudiste dar cuenta si estaba sonriendo, enojado, triste o alegre  porque llevaba una máscara facial
Con mascara no se podÃa saber cómo era una persona si era bonita, fea o detestable lo bueno es que era prohibido saludar
 Te mirabas demacrada, sin maquillaje, con tu pelo alborotado porque el salón de belleza lo tuvieron que cerrar
La pintura de las uñas de tus dedos como un carro mal pintado, con el desinfectante se comenzaba a despegar
Y  con el cloro, el alcohol y vinagre de tanto lavar tus manos como en garras de buitre las llegaron a transformar.
 Mi ropa nueva estaba hedionda a cloro pero no la pude lavar porque estaba cerrada la tintorerÃa
Por querer llegar temprano a tu casa me fui sin desayunar y estaba cerrada la taquerÃa
No sabÃa qué hacer, que decirte ni donde ir; los restaurantes, las salas de cine,  y  los parques estaban clausurados
Me salve de gastar por lo menos trescientos dólares en esa ocasión y de que pensaras que era bien agarrado
 Me alegre cuando dijeron que tenÃamos que estar adentro de la casa y cerrar la puerta si no querÃamos enfermar Â
          Tú me dijiste que  me tenÃa que lavar las manos, quitar los calcetines y zapatos para poder entrar.
 Pero por seguridad me quite toda la ropa y me envolvà en una toalla y me senté en una silla
Al encontrarme asà tus padres; no podÃa respirar, tosÃa y sentÃa que hasta me temblaban las rodillas
Al mirarme ellos se pusieron trajes, máscaras y guantes porque pensaban que ¡estaba infectado!
Al rato se dieron cuenta que era del nerviosismo que me habÃa desvestido y por seguridad, estar a tu lado
Tus padres siempre decÃan que querÃan para ti un hombre responsable fiel, dedicado y trabajador
  Al fin se desenmascaro ese mito y leyenda, era mejor ser haragán quedarse en casa y  ser un soñador.
 Como un prisionero  en cuatro paredes sin hacer nada  me encontraba ante ti en ese momento
 Al experimentar lo que practica un haragán, no nos queda otra opción  de darles un aplauso y un reconocimiento
  Al fin se pudo demostrar que sin trabajar y sin hacer nada se puede ser feliz en cualquier relación
 TenÃa que llegar el dÃa que se demostrara que quedarse en casa sin hacer nada para ser feliz es la solución
DesearÃa que me obligaran a no trabajar y estar contigo  sin hacer nada el resto de mi vida
Aunque a cambio de esa felicidad me obligaran a lavarme las manos, bañarme y  hasta que me echen insecticida.
 Me la pasarÃa todo el año acariciándote, besándote y desinfectando cada rincón de nuestro hogar
¡Contemplando tu rostro sentado frente a ti! anhelando que esta emergencia permanentemente se fuera a prolongarÂ
Al pedir permiso por faltar un dÃa en mi trabajo  mi patrón no aceptaba excusa ninguna
Hoy hasta para mi planeado viaje de luna de miel contigo, me acabarÃa la miel y hasta me regresaba con la luna
 Al planear casarme contigo, no tengo que preocuparme por rentar local para hacer fiesta y ni  invitar cantidades de gente
¡Ni en Gastos de comida, de pastel, de videos y de orquesta desapareció todo eso felizmente! Â
 Con la nueva tecnologÃa en nuestra  boda como comprar comida rápida por “drive thru†nos tendremos que casar
Todos desean vernos por internet, Facebook, Instagram, you tube, y ZOOM, tienen temor que los tengan que contagiar
Ese momento será un sueño hecho realidad, estar sentado  junto a tu lado, en la acera de la casa recibiendo muchos regalos
 Observando  como por arte de magia la interminable fila  y melodiosa bocina de tantos carros
En esta tristeza revuelta con soledad los pitos de los carros son los que nos alegran en las calles de la gran ciudad
Hasta celebrando nuestros cumpleaños se llegaron a convertir en el fruto de nuestro sueño,  nuestro gran amor y nuestra felicidad.
 No importa cuántas bañadas, lavadas de mano y galones de desinfectante en la vida tengas que ocupar
Tarde o temprano en cualquier circunstancia, momento o lugar cualquier enfermedad nos llegara a tocar
No sé si al encerrarnos  por tantos besos, caricias y abrazos nos vamos a llegar a infectar
 Cuando me vayan a enterrar  recuerda que tus ronquidos, tos, eructos y estornudos esos recuerdos en mi sepultura van a quedar.
 Ricardo J. Canales                                     https://youtu.be/Fls0RONtZ3w (you tube) Â