Hermoso es el reino del amor,
a su vez, triste como el recuerdo
que nos deja la melodía del adiós,
el sabor amargo de los besos.
Es triste el amor del amante,
que su alma vive sin dueño.
Solitario como un caminante,
que duerme despierto en sus sueños.
Soledad que duermes de día
no despiertes al llegar la noche
y llenes de hipocresía
el dolor que deja el reproche.
Donde habita el olvido
no hay jardines, ni soles, ni auroras.
Solo está el alma que se ha ido,
Sin más pena, que la pena que le aflora.
Mira la mar, el cielo y la tierra,
es el consuelo del amante que no olvida…
EL REINO DEL AMOR
J.M.P.Poeta
11-01-2009