No dudes de mi amor Helenita querida,
te lo pido por Dios y con toda humildad,
no ves que mi vida sin tu vida ya no es vida?,
mi amor es sentimiento, sentimiento de verdad.
Muy triste se me pone el corazón cuando me dices
y temes que los míos no te aceptarán,
con tus tiernas palabras a todos los bendices,
acércate a mi lado y verás que te querrán.
Cuando leo todos los versos que te he escrito,
a Dios le agradezco, pues los hice para tí.
Acaricio las hojas y ya ésto se ha hecho un rito,
un rito de amor, de amor sólo por tí.
No temas Helenita que no puedas gustarme,
de pronto no te gusto cuando me veas a mí.
De tí me gusta todo y nunca he de cansarme
del amor que te tengo y que guardo para tí.
Muy pronto nos veremos, lo ansío locamente,
yo sé que tus ojitos me localizarán
y cuando ello suceda, apasionadamente
nuestros cuatro labios con pasión se besarán.
Dicen que la canela es buena medicina
que cura todos los males y penas del corazón,
tú eres mi Helenita, Pura Canela Fina,
dime mi dulce Niña si tengo o no razón.
Con un rizo de tus cabellos
uniré tu corazón con el mío,
quisiera enredarme en ellos
para no morirme de hastío.