De increíble belleza
de radiante mirada
cuerpo de diosa de hermoso pelo
como el sol.
Coqueta y hermosa, a todos su sonrisa
regalaba pues dueña de su belleza se sabía
cuenta la leyenda, que en aquella hermosa laguna
la hermosura de las flores los cánticos
de las aves a todo ser viviente
cautivaba.
Pues una noche, de radiante luna
del cielo cayo una estrella a la laguna
y de ella un hermoso príncipe, encantado
surgió.
No hubo mujer que su hermosura no amase.
Una bella y hermosa mujer, a la laguna fue
bajo la hechizante luna, que sus cabellos
de oro le daban, fulgor de pasión.
A la laguna llego su ropa quito
dejando al desnudo su cuerpo angelical sus pechos cuan, desafiantes flechas
con ritmo erótico, de placer vibraban.
El príncipe le vio a su lado llego
sus labios de fuego beso
placer de placeres, amor de fuego.
Esa noche la leyenda murió pues el príncipe
encantado en sus brazos
rendido de amor quedo.
Tal vez sueño de amor que se yo.
Pero en la laguna encantada
conocí a mi amor.
Por
Jorge Tavárez
Puerto Rico/Usa