De la serenidad...de un encuentro...

Ven mi dama trashumante...
Sentémonos en este bar...
Ahora bajo el embrujo de esta voz que canta...
Es un bolerista famoso...
No importa su nombre...
Dime que te hiciste
amor
Dime desde aquel amanecer
En que te fuiste...
Desde un avión...dejaste en mí
Tú ultimo rumor...
Sentémonos entre toda esta gente...
No hagas caso del bullicio...
Ni de la voz que canta...
Que recuerda aquellas horas
De nuestros cuerpos estropicio...
Cuéntame
¿En que deliradas noches
Ahogaste
Todo este cúmulo de nidos
Que con mis manos ahueque en tus dedos?...
¿Y todas esas copas vaciadas
Inmersas de caricias
Que una vez te di escanciadas...
A donde en que otras bocas
Y otros cuerpos
Las posaste deliradas?...
¿Y ese licor que destile en tus senos... A que otros embriago...
Si en mis manos parecían
Lirios tiernos
Ánforas de fuegos?...
¿Que hiciste de nuestra historia
Que a veces... parecía de rosa?...
De negra rosa...
Y de dura espina...
Pero no importaba...
Algo a los dos...nos ataba...
Nos dimos en una joven época
Todo lo que se puedan dar dos locos...
Tu... la flor aromada de tu cuerpo virgen...
Yo... la lozanía de una piel urgente...
¿Que hiciste de lo que te di en el dolor de un rito...
Lo que me diste en la languidez de un beso?...
Sentémonos en este bar...
Y vamos a libar...
Vamos a olvidar un poco
Todo esto que te he de recordar...
Que solloce el alma... ya que ha de importar...
Que importa que se cubra de nieve...
Lo que en nuestros cuerpos
Hubo...una vez...de llamear... Malatusta...