El vientre de la gónada

El vientre de la misteriosa

gónada crecía por entre

crótalos de radiculares vientos,

mientras fugaces llamaradas

ardían entre aquellas criaturas

Sorprendidos los ocultos

secretos entre las amapolas,

encandiladas sobre las paredes,

sobre aquel muro infranqueable

suspendido por viejos sueños

En el extremo, el cascabel

unido a la gónada viperina,

amenazaba con su nacarado

vientre lastrado de húmedo

musgo, y de pesadillas reblandecido

Hormonas que entre óvulos

Circundaban presurosas,

observaban entre densas

nubes, las frustraciones

diluidas en el éter de las emociones

La volátil atmósfera circundaba

engullendo a su paso sensaciones,

fanatizando el áureo destino,

convirtiéndose, aquellas gónadas,

en un remolino ambarino y denso

¡Los sueños se transformaron a sensaciones, en el vientre de aquella gónada!