Las penas
Desde el día en que nací yo he sufrido,
he sufrido mucho más que otras mujeres,
y aunque sufrir haya lacerado mi alma,
no me quejo por mi adversa suerte.
Las penas que he vivido no han podido,
no han podido doblegar mi subsistencia,
Dios no me ha dejado caer,
y me ha cuidado en mis días de suplicio.
Las penas para mi son una prueba,
una prueba que la vida me ha impuesto,
y pasarlas con aplomo es mi deber,
aunque ello duela cual herida muy profunda.
Las adversidades pesan mucho en el alma,
es verdad, y todo el mundo sabe eso,
lo que a veces olvidamos mis amigos,
que con las penas nos hacemos más fuertes.
Amigo que visitas éste espacio
no llegaste aquí por un azar,
tal vez tú también has sufrido demasiado
y con éstas letras te sentirás identificado.
Tus penas tendrán una recompensa,
no decaigas y confía siempre en Dios,
él Señor te ayudará con tus pesares,
ten confianza y mantén siempre la fe.
Dios es amor y quiere verte feliz.
Palabras del alma
oct/ 01/ 2006
Martha Humphrey
Derechos reservados©