"TE NECESITO"
Te necesito tanto: ¡qué tarde me dí cuenta!
¡Cuánto tiempo perdido flotando en el vacío,
bebiéndome una vida que de ansiedad revieta,
y siempre cobijado de angustias y de frío!
Te necesito tanto y es que...no te encontraba;
por Dios que te buscaba con insistente afán,
mi entorno era una pléyade oscura que ocultaba
el brillo de tus ojos y el miedo era mi pan.
Mis sueños se llenaban de fuego donde ardía
aquel febril deseo de amarte sin rodeos.
Por Dios que te buscaba con la melancolía
de un alma que le imprime nostalgia a sus deseos.
Te necesito y ¡claro! ¿cómo iba a estar tranquilo
mientras que no infundieras tu espíritu en mi ser,
mientras que no encontrara del sacrosanto asilo
el gozo de quien siente, por fin, pertenecer?
Y hasta ahora me doy cuenta. ¡Qué bien! Te necesito,
pues cuando tú te alejas me lleno de temor.
Cuando no estás conmigo me vuelvo un fiero grito
de rabia, de impotencia, de miedo, de dolor.
Ya no te me separes. Ya nunca te me alejes
amor;
ya no me dejes. No rompas mi ilusión.
Me agrada que estés cerca. Me encanta que manejes
el mar de sentimientos que guarda el corazón.
Me gusta estar contigo sintiendo tus caricias,
poder tocar tus manos, de gozo estremecer,
mirar tus ojos cándidos que aumentan mis delicias,
beber un mar de dichas contigo y de placer.
Amor: te necesito. ¡Qué tarde me dí cuenta!
mas hoy que ta soy tuyo y que tú eres toda mía,
no sabes la alegría que mi alma experimenta
cuando a tus pies inventa tan dulce fantasía.
Dios quiera que tú seas tan sólo de mi vida
sin que me consideres jamás tu obligación
y que esta dicha inmensa de mi alma, inmerecida
le traiga a nuestras almas de Dios la bendición.
Heriberto Bravo Bravo SS.CC (Derechos Reservados)