Cuando un amor se va

Donde de pronto una inmensa arboleda
hace cantar a la brisa en las tardes,
en primavera se siente su ausencia,
para el silencio que enorme se eleva
en el recuerdo de aquel dulce amor.
Será que invitan al sueño lejano
nada marchita el recuerdo de amor,
tal vez desean un día correr
sobre los campos en busca de sueños
se escucha el grito profundo del grillo.
Cansa el descanso silente sin tregua
llenos de ansias quisiera encontrar,
donde escondida estará la alegría
quizás se duerma en el fondo del mar,
en el arrullo tan suave del agua
que hace cantar a los vientos del sur.
Clamo por ella y la busco en la nada
alma transida e infinito dolor,
nunca el rumor de la vida se inmuta
turba en el fondo profundo del ser.
Lupercio de Providencia