Un hombre llamado papá

Como el sol cuando levanta
irradiando luz y calor
cual amigo que no engaña
eres, padre, para mí.
Cuando siento tu risa franca
cuando me hablas con confianza,
y me enseñas de la vida,
cuando caigo me levantas.
En este mundo de engaños
que hoy me toca vivir,
buscaré tus sabios consejos
para poder sobresalir.
Tú me enseñaste lo bueno
jamás te portaste vil
gracias a Dios por los años
que pasamos junto a ti.
Gracias padre por tu esfuerzo
siempre te esmeraste en mí
lo que haces no es en vano,
seré un hijo agradecido
uniremos nuestras manos.
En este día tan sagrado
te brindo mi admiración,
aunque pasen muchos años
te llevaré en mi corazón.
Felíz día te deseamos
tus hijos con mucho amor,
y a esa tu piel seca y marchita
y a esas manos hechas callos
Dios derrame su bendición.