Prosa Religiosa.

PROSA RELIGIOSA.
“Todo hombre tiene derecho a dudar de su tarea y abandonarla de vez en cuando; lo único que no puede hacer es olvidarla. Quien no duda de si mismo es indigno, porque confía ciegamente en su capacidad y peca por orgullo. Bendito aquel que pasa por momentos de indecisión.”
Hoy más que nunca, en estos tiempos, donde el hombre no se encuentra ni así mismo, es imperante que las religiones del mundo pongan mucha atención para que puedan determinar su responsabilidad con el devenir de los tiempos y con las futuras generaciones.
"PIENSO,LUEGO EXISTO” afirmaba René Descartes y pienso que todos aquellos principios que fortalezcan cualquier religión deben ser defendidos, pero no las formas o medidas que se aplican para contrarrestar, exterminar o combatir a los disidentes o a quienes no opinan igual, es decir, no se trata de combatir las pasiones-estas nunca dejaran de existir- y tampoco controlarlas a través de la razón, como alguna vez lo sugirió platón ingenuamente, pues, son las pasiones las que acaban por poner a la inteligencia a su servicio; lo que hay que hacer es impedir que las pasiones de unos cuantos hombres se traduzcan en la destrucción de otros, hay que reinventar, hacer renacer las leyes o doctrinas teológicas para que los hombres hagan y crean lo que se les venga en gana, sin molestarse unos a otros.
¿Es que acaso no comprenden las religiones del mundo que la naturaleza humana jamás va a cambiar y que los hombres jamás pensaran y sentirán al unisonó? por mas que las iglesias, religiones, sectas o como quieran llamarse así mismas se afanen en ello y quieran ejercer su dominio sobre sus propios fieles; lo que hace falta, lo que en realidad hace falta es garantizar que los hombres coexistan en sus diferencias.
No son las religiones, sino lo que están haciendo las religiones; su propósito de todas ellas es defender su verdad, pero creo que sean equivocado al determinar cada una de ellas cual es la verdad, quizá la única verdad es que existen muchas verdades y casi todas quieren imponer la suya; cuando su propósito debería ser crear las condiciones para que todas las verdades prosperen y fluyan.
Las águilas nunca dejaran de ser águilas, ni los gorriones, gorriones, esto recuerdo que lo leí, así el hombre, jamás dejara de serlo, pero quizás, algún día; si las religiones hacen lo propio, águilas, gorriones y hombres puedan convivir en armonía, es decir, respetando cada uno su propia naturaleza.
Es imperante, hoy mas que nunca que las religiones del mundo rectifiquen su camino, porque no pueden creerse meritorias de la verdad, cuando han incendiado al mundo y quieran ver que pueden aprovechar de sus cenizas. ¿Acaso les parece digno de elogios diseñar estratagemas para mantener dichosos a los pobres en su pobreza y los ignorantes en su ignorancia? deben adoptar las medidas necesarias para detener el caos que han provocado con sus verdades, crear un equilibrio adecuado y detener su irresponsabilidad para con el hombre mismo.
San Agustín decía:"ERRAR ES DE HUMANOS", pero lo grave, lo fatídico, lo aberrante es perseverar en el error.
La naturaleza humana es frágil y egoísta, me causa cierta aberración cuando algún predicador se atreve a decir: que nuestra recompensa es en el cielo; sino fuéramos tan frágiles diríamos que no, pues la vida se volvería amarga si todos viviéramos y trabajáramos en pos de una recompensa y mas que amarga se volvería triste, porque vivir es en si, una recompensa.