No pienses, no digas nada, sólo bésame como si fuera la primera vez, como si fuera la última, como si el vuelo de un ángel, dejara en mis labios la estela de su paso. Cierra los ojos y elevate, déjate llevar por el instinto, por lo que sientes. Abandonate. libérate. no dejes que el murmullo de la noche, distraiga tus sentidos, y vuela en alas de la pasión. Vos y yo solo, dos esencias, que como el humo de un cigarro, se desvanece en el aire, sé simplemente sentimientos, tus manos serán alas, y la tempestad del huracán, nacido en nuestros cuerpos, nos elevará más alla de la vida misma, al abrir los ojos ya no seremos lo que fuimos, seremos dos cuerpos redimidos, en la hoguera del amor infinito.