Cariñosamente le decía : te amo
y me preguntaba dudoso cómo es
que tan pronto, en tan corto tiempo,
yo a él le podía decir: ¡te amo!
Las palabras con el tiempo, es cierto,
se han dado en pronunciar con mayor
desenvoltura, ya no hay que secretear
un te deseo en la intimidad de mi lecho,
ahora se dice directo: vente a mi cama.
Sabrían a besos de viejo los besos
de antaño, pero hacían, al menos
a la mujer, sentir en ese primer beso,
una revoloteo en el estómago
y en la garganta, un: ¡me muero!
Y claro, ¿como no sentir morir si el corazón
estallaba en mil palpitaciones por segundo?
la sangre corría velozmente, a toda prisa,
ardía la piel, quemaba el vientre del deseo,
se qedaba una con un gran antojo por decir
un discreto deseo, un tibio: cuánto me gustas;
cuando por dentro las llamas agigantadas por ese deseo quemaban y parecían aullar las llamas,
y decirle todo lo que en estos tiempos;
se dice con la mayor desenvoltura,
A tantos años de reprimir decir te amo,
le siguió decirlo para manifestar un gusto,
una alegría; un qué bien me caes, qué linda eres.
Pero aquella intensidad con que antes se decía:
te amo, te adoro, te quiero o te deseo;
se dicen ya sin mayor profundidad,
sin tanto anhelo, sin aquella pasión
que por pudor y por estar reprimida
tanto y tanto, se sentía más fuerte
aunque más callada... ya que queriendo
conservar la línea de la decencia
se entregaba toda una con pasión
sin soltar un solo grito;
y mucho menos un te quiero,
ni mencionar un : te amo, te necesito, me haces falta, ven: mi carne te llama
Ahora en la modernidad, sin sentir
el tal sofoco que nos venía a dar vida
en una caricia tan apasionada
pero parecía nos la iba a arrancar
de un beso, le puedo decir fríamente
que lo amo... porque así de fácil y
sencillo es decirlo ahora, pero la verdad:
¿quien de los dos resulta el engañado?
El piensa que yo le digo con facilidad
las cosa, mientras yo pienso
que es él quien no sabe cómo se sentía
soltar lo reprimido y como se decía antaño
un verdadero: "Yo te amo"
Lara Elra Cira