Creación divina centellante del génesis humano a los ojos del mundo
es la mujer. ¿Quien lo diría como es la mujer?
La mujer es el cristal vibrante, dulce al placer de la conciencia, cuando ama
apártate de ella, si no quieres sufrir. Cada día cobijara tus amaneceres con besos
y, caricias, sobre el lecho tus energías guardara a la macula noche.
Ella es volcán caliente lista al brazo ardiente de la vida; pero ella sabe diferenciar amor
y placer, siente, desea y come del plato del pecado cuando tu no estas.
Inteligente como ella ninguna, puede ocupar cargos inadvertidos y al tiempo será tu
jefe.
¡Ella es fiel! Lo divulgan las voces de la vida. Es fiel al amor, mas no al placer.
Luchadora a las desgracias y fuerte como el roble es la mujer.