Mañana, tal vez amando seré cuerdo,
se acabará al fin mi intento literario
agrado habrá en algún rostro sectario,
tu rostro amor, solo será recuerdo.
Ya no será dueña de mi lado izquierdo
la lujuria mancebía es secundario,
es dudosa como lienzo sudario.
Tratando ser honesto, ahora te pierdo.
La verdad me deja sin desayuno;
al preguntarte, si a aun somos uno,
me respondes: - ¿crees en tonterías?-
mostrándote quejumbrosa y tediosa,
-amar es sublime es arte no otra cosa-.
Al ser cuerdo, el desamor me vertías.
Autor: Alcibíades Noceda Medina